Por: Equipo del Mapa Latinoamericano de Feminicidios
Durante el primer semestre de 2024, se documentaron un total de 2128 feminicidios en 16 países de América Latina1. Esto equivale a al menos 12 feminicidios por día en la región. Es decir, 1 feminicidio cada 2 horas.
Si se analiza la distribución mensual de los feminicidios, se observa que se registraron 355 feminicidios en promedio por mes durante el primer semestre de 2024, siendo junio el mes con menor registro de casos mensuales (272) y enero el mes con más casos registrados (435).
Si se compara con los casos registrados durante el primer semestre de 2023, se observa que, en promedio, la cantidad de feminicidios aumentó (de 2118 a 2128). Este incremento expone claramente la persistencia de la violencia machista. Además, pone de manifiesto de forma alarmante que las políticas actuales dirigidas a disminuir la violencia machista contras las mujeres no está logrando el impacto necesario. La falta de una mejora significativa en estas cifras no solo evidencia la ineficiencia de las medidas implementadas, sino que también destaca la urgente necesidad de reformar y fortalecer estrategias de protección y prevención para poner fin a la violencia machista.
Gráfico 1: Cantidad de feminicidios en América Latina y el Caribe. Comparativo primer semestre de 2023 y 2024.
Sin embargo, si se analiza la distribución mensual, se observa que hubo un aumento de los feminicidios en enero y marzo del 12,85% y 16,67%, respectivamente. En junio, se observa una notable disminución del 44,85% en comparación con el mismo mes del año anterior. Este descenso significativo podría estar relacionado con la cercanía de la fecha de cierre de este análisis de datos, lo cual sugiere que podrían surgir rectificaciones o ajustes en los datos a medida que se realicen más revisiones y actualizaciones. Esta aclaración resalta la importancia de interpretar los datos con cautela y de considerar que las cifras actuales pueden modificarse. Y en junio se observa una disminución del 44,85% comparado con el mismo mes del año anterior. Sin embargo, vale mencionar que el 20 junio del 2023, 46 mujeres fueron asesinadas en la cárcel de Támara en Honduras, lo que significó un aumento inusual de la cantidad de casos para ese período. En el resto de los meses hubo una variación menor al 3%: febrero (+2,6%), abril (-3,1%) y mayo (+2,10%).
De las 2128 víctimas de feminicidios, se conoce la edad de sólo el 95% de los casos (2020). La más joven tenía menos de un año y la más adulta 92 años, siendo la edad promedio de las mismas de 34 años. La mayoría de las víctimas de feminicidios tenían entre 21 y 40 años, representando el 46% de los casos donde se conoce dicha información.
Durante el primer semestre de 2024, al menos 570 mujeres con hijes a su cargo fueron víctimas de feminicidios, dejando al menos 1127 hijas, hijes e hijos huérfanes. Estas cifras podrían ser mucho mayores ya que en el 57,5% (1225) de los casos no contamos con información al respecto.
En relación a la modalidad e instrumento del crimen, se conoce dicha información para el 92% (1959) de los casos. Las cuatro principales modalidades mediante las cuales se cometieron los feminicidios fueron el uso de arma de fuego (35,68%), de arma blanca (32,4%), por asfixia (14,75%) y por golpes (6,84%).
En las víctimas que fueron asesinadas por su pareja o expareja prevalece el uso de arma blanca como instrumento del crimen (42,9%). Esta modalidad para cometer los feminicidios fue también la más empleada por victimarios que eran familiares directos (45,6%) o por afiliación (37%).
La disponibilidad de información sobre denuncias previas de la víctima contra su agresor, crucial para entender un posible historial de violencia, es notablemente insuficiente. Para el 46,5% (991 casos) de los incidentes, esta información se encuentra sin confirmar o desconocida. Entre los 1137 casos restantes con datos verificados, se revela que en el 12,6% de ellos el agresor había sido denunciado previamente. Esto implica que, al menos 1 de cada 8 feminicidios podría haber sido prevenido. La evidencia sugiere que, en estos casos, las autoridades de justicia conocían de las amenazas y violencia machista que enfrentaban las víctimas, pero, lamentablemente, no tomaron las medidas adecuadas o las acciones que se llevaron a cabo resultaron ser insuficientes. Este contexto revela una falla sistemática en la implementación de estrategias efectivas para proteger a las niñas y mujeres y la necesidad de una profunda revisión de los protocolos judiciales y de seguridad.
Los datos recientes sobre feminicidios en América Latina revelan la preocupante persistencia de la violencia machista que sufren las niñas y mujeres. Es evidente la ineficacia de las políticas públicas actuales de prevención, sanción y reparación. Por ello, resulta urgente que los gobiernos asuman sus compromisos y obligaciones internacionales y diseñen estrategias integrales que pongan fin a las violencias machistas.
Notas:
- Países considerados en el análisis: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, Uruguay, Venezuela. Para todos los países la información es de enero a junio, exceptuando Colombia (enero-marzo) y Perú (enero-abril). ↩︎